Cuando muere un ser querido, lleva tiempo aceptar la realidad de esa muerte. Soñar con una persona muerta que es resucitada ocurre con mayor frecuencia poco después de la muerte, cuando la persona aún no se ha dado cuenta del todo de lo que ha sucedido. También es un sueño particularmente frecuente en estos casos:
- La muerte fue traumática, repentina e inesperada; por ejemplo, muertes de niños, jóvenes, víctimas de accidentes de tráfico, etc.
- El familiar no pudo ver el cadáver de esta persona;
- El familiar no estuvo en el funeral.
El soñador se siente asombrado durante el sueño, no espera ver a esta persona, porque está muerta; le parece extraño que ella se le aparezca viva. A veces también pide explicaciones directamente a los muertos; pregunta por qué está allí; el muerto casi siempre responde algo así: "No es verdad que estoy muerto, fue un error".
A veces hasta soñamos con abrazar y besar al difunto; tienes sensaciones táctiles muy intensas y realistas, puedes percibir toda su calidez, su fragancia, su aliento. Puede ocurrir también, para un cónyuge, soñar con tener relaciones sexuales con el marido/mujer difunto.
Soñar con muerto que vuelve a la vida riendo, cantando, comiendo, bailando
El muerto se sueña a menudo con buena salud, alegre, en situaciones festivas (matrimonios, cenas, almuerzos); la vemos riendo, bromeando, incluso cantando o bailando; ella come y bebe con gran gusto.
A veces corre o anda en bicicleta. En definitiva, se dedica a actividades muy "vitales", quizás aquellas que ya no podría realizar en la última fase de su vida, por vejez o enfermedad.
Estos sueños son consoladores y liberadores, cumplen el deseo de ver bien a tu ser querido fallecido, libre de los sufrimientos y privaciones causados, precisamente, por la enfermedad o la vejez. Aquí tal vez la persona que revive el sueño está bailando o andando en bicicleta; el que no pudo comer come hasta saciarse; y si por el contrario le cuesta hablar, canta alegremente en el sueño.
Soñar con un muerto que vuelve a la vida ofreciendo comida o dinero
También bastante común es la situación en que el difunto ofrece algo en sueño, generalmente comida (dulces, dulces, frutas) o dinero.
Este sueño tiene un origen común en algunas tradiciones, muy difundidas sobre todo en el sur de Italia, según las cuales el día de los muertos los niños reciben pequeños obsequios, y se les dice que "los muertos" los han traído. Suelen ser dulces, frutas, juguetes o pequeñas cantidades de dinero.
Puede ser un ser querido fallecido que te da un regalo en el sueño o un difunto que solo era un conocido para ti. De cualquier manera, el regalo muestra interés en mantener un enlace: es como decir “estoy aquí, me preocupo por ti, quiero que me recuerdes”.
Soñar que la persona esta embarazada
Soñar que está esperando un hijo o dando a luz a un hijo puede representar la fuerte conexión de esa mujer con su vida terrenal y las personas que la amaban; el embarazo o nacimiento de una persona fallecida representa su herencia psíquica; el niño que viene al mundo encarna su memoria en el mundo real, los sentimientos, el amor, las enseñanzas, las buenas obras que esta persona dejó en esta tierra; como semillas, crecerán en el corazón de los que lo amaron.
El contraste con la realidad ayuda a tomar conciencia de la muerte
Al despertar, el soñador siente una sensación de extrañamiento por tener que verificar la realidad de las cosas: lo que vio en un sueño es, precisamente, un sueño.
Todos tenemos experiencia de cuáles son las reacciones cuando alguien muere repentina e inesperadamente. Todo el mundo dice: “¡Eso no es posible! ¡Ni siquiera me parece real! ".
La reacción es, por supuesto, mucho más fuerte entre los familiares de los fallecidos. En algunos casos, el rechazo de la muerte se prolonga en el tiempo, de modo que la persona siempre se comporta como si el familiar fallecido (hijo, esposa, etc.) aún estuviera vivo: rechaza la realidad de la muerte, porque es demasiado dolorosa.
Este tipo de sueño proviene de estas emociones: el sueño reproduce el deseo de que la persona no esté muerta. Es precisamente este contraste entre el sueño y la realidad lo que ayuda a la mente a darse cuenta de que, en cambio, la muerte es verdadera y real. Los sueños en los que se nos aparece el difunto son pues útiles para absorber el trauma y metabolizarlo.